viernes, 9 de noviembre de 2007

AL GORE Y SUS PREMIOS

Esta vez remito la carta enviada a un periodico:

Tras su cruzada contra el cambio climático, se dispone a formar ejércitos de seguidores que lleven su mensaje a los confines del mundo, porque siente que tiene una misión (¿se llamarán sus discípulos algorismos, algorranos,...?). El artífice de algo así seria tachado de iluminado, en vez de profeta, si no hubiese sido candidato a la Casa Blanca.
Alzado como gran líder contra el cambio climático y casi descubridor del fenómeno, “su mensaje” novedoso, el del político, es el que los científicos llevan años intentando decir, quizás sin demasiado éxito. ¿de que se habló en Kyoto, entonces?. ¿Hay que premiar al político que propaga el resultado del trabajo ajeno o financiar a investigadores que llevan años tomando datos y buscando financiación para proyectos?. Lo que se premia, una vez mas, no es al productor sino al intermediario.
Asombran varios puntos sospechosos:
1) la lluvia de premios que le han otorgado al profeta en tan poco tiempo: dos Oscars, un Nóbel y el premio Príncipe de Asturias. Habrá batido record. Triste que una presentación en powerpoint de datos ajenos, tenga mas valía que documentales producidos por reconocidas firmas.
2) que esta cruzada sea capitaneada por alguien de la alta esfera política estadounidense cuando hay que empezar a vender un nuevo producto: el biocombustible, producto que será la nueva peste del siglo XXI, pero cuyo máximo productor, junto con Brasil, es EEUU, que, oh causalidad, se lleva muy mal con los grandes productores de petróleo: Irak y Venezuela.
3) que en “su mensaje” se queje de no ver ninguna señal de ahorro energético, pero tampoco haga el mas mínimo gesto a favor de ese cambio consumista.
4) Que cobre miles de dólares por conferencia, lo que significa la necesidad de una mayor producción por parte del pagador, y por tanto, de mayor consumo de recursos.
Cuestiones que me indican unas intenciones geoestratégicas de un líder político norteamericano y las incongruencias del mensaje con la acción. ¿reflejo de que realmente no siente ese mensaje, utilizando el cambio climático muy oportunamente en pro de los intereses comerciales de su país?. El proselitismo descarado y ensalzado enmascara la otra realidad, la que no se premia por que interesa ocultarla, respondiendo a una sola intención: manipulación.

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