viernes, 18 de abril de 2008

POLVO Y CLIMA

Cada año, 900 millones de toneladas de polvo proveniente de los desiertos y de otras partes de la tierra son trasportados por los vientos hacia los océanos. Parece intuitivo pensar que la variación de esta ingente cantidad de polvo pudiera estar relacionada con variaciones climáticas aunque no se sepa bien el mecanismo.
Los científicos tenían registrados máximos picos de polvo en los hielos polares durante las épocas glaciares y una disminución del mismo en épocas mas calidas, mediante el estudio de núcleos de hielo polar y los sedimentos en los océanos Atlántico e Índico. Sin embargo, ahora se ha conseguido documentar como la cantidad de polvo que entra en el Pacífico ecuatorial alcanza un máximo muy pronunciado durante las eras glaciales, y disminuye cuando el clima se calienta de nuevo.
Ahora que se ha mostrado que todos los registros coinciden, Gisela Winckler, geoquímica del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia sugiere que el ciclo hidrológico mundial varía al unísono, en una escala de tiempo asombrosamente rápida. Para ello, se han estudiado núcleos de sedimento del fondo oceánico que representan 500.000 años de deposición y que se extienden a lo largo de más de 9.000 kilómetros por el Pacífico ecuatorial, desde un punto cercano a Papúa Nueva Guinea hasta las Islas Galápagos. De esta forma, se descubrió que la acumulación del isótopo Torio 232, un indicador del polvo terrestre, era 2,5 veces superior en épocas glaciares que en los tiempos interglaciares, habiéndose estudiado esta relación durante 5 eras glaciares. Los picos aparecen aproximadamente cada 100.000 años, registrándose el último hace unos 20.000 años, al alcanzar su punto álgido la última era glacial.

No hay comentarios: